Confesiones de Ana: Diario de una anor. Escribo tan poco que me he desbordado.). A m. Ni por el pollo reseco que com. Tampoco es por la ingente cantidad de ingleses rosados y tatuados que se mueven en motos estilo obeso m. Ni siquiera por ese mar que a hora punta se parece a una piscina china luchando por el record de llenado, y que mece turistas con ba. No es nada de eso lo que me pone triste, no. Yo he sido tan feliz en Benidorm que lloro s. Bueno, y me da un poco de hambre, eso tambi. Y un poquito de agorafobia porque esa calle est. Yo (que os parezco tan sofisticada a estas alturas, lo s. Daban igual los 4. Ahora os parecen una cosa s. Dormir en columpios en vez de en camas, vivir en atracciones tipo . Y no lo era. Para todo hab. Nosotros en el 1. 292 reacciones a Como perder peso, Ana y Mia. Trucos para ser una princesita de porcelana. Este dominio se encuentra temporalmente inactivo. Contacta con tu proveedor. Elije el nombre que empiece por la letra P para tu beb. Algunos padres lo tiene claro, pero otros a. El mundo del cine tiene un t Bueno, hubo una vez que vivimos como si fu. Mis padres estaban tomando algo con una amiga de mis t Aqui el tan esperado regreso de sheryl rubio como protagonista desde mexico. Aguirre en el 1. 0 y con cristaleras de lado a lado y mis t. Entre 1. 5 y 3. 0 apartamentos por planta y ! Un genio el arquitecto de todo aquello. Aquello era como yo me imaginaba exactamente el a. A esas broncas se sumaban otras tres: coger esquina del ascensor. El tercer gran enfrentamiento era por ducharse en segundo lugar. Las basuras se tiraban desde una puertecita que hab. Lo de las basuras no fue cosa m. Aquellos pasillos enmoquetados ol! Era como ir por mi pueblo pero todos metidos en el mismo edificio con moqueta y con sol, que eso en mi pueblo no saben lo qu. Comparad los nombres: piscina de bolas, KA- MI- KA- ZE. Es raro pero era exactamente la posibilidad de estar a puntico de morir lo que me volv. Y para comer al medio d. En Pamplona, las barracas s. Que yo muy lista no era porque mis padres nos dejaban montarnos dos d. Y luego me llevaba mi llavero de bola de billar, un peluche o lo que fuera que consiguiera como si lo hubi. Claro, que en esas fotos nunca sal. Porque a pesar de todo lo que molaba Benidorm el sentido ahorrador de los padres de los 8. A pesar de la desbordante oferta, nosotros nunca llegamos a tomarnos nunca una copa de helado XL con bengalas, sombrillita china y loro con plumas. Yo recuerdo gritar como una loca en mitad del comedor: “Si son de la Avidesa no cuenta como d. Mis padres estaban tomando algo con una amiga de mis t. Mientras ellos charlaban, mi hermana y yo jug. La duda estaba entre 'Odisea Tropical' o 'Malibu de caramelo' porque los dos primeros puestos eran sin discusi. Le dimos tanta pena a aquella mujer que all. Bueno, los reyes magos unos aficionados a lado de aquello. Nos trajeron una copa a cada una que llegaron iluminadas por bengalas, y tra! El mundo estaba del rev. El caso es que, por supuesto, ninguna pudimos siquiera comer la mitad de nuestra copa. Guardamos todos los complementos que no estuvieran pegajosos para tener pruebas de aquel milagro econ. Normalmente el inventario consist. Una vez encontramos una barca azul con cuerdas a los lados, algo casi profesional del ocio acu. Entre los padres localizaron los pinchazos, les pusieron parches de las ruedas de la bici y nos lanzamos los ocho al mar como si aquello fuera un yate. Un par de veces nos volv. Alguna vez llegamos a darles la vuelta a unos cargueros americanos que atracaban en Benidorm una semana. No lo pude comprobar porque la amenaza de “como se ocurra siquiera intentarlo este a. Por ejemplo: nosotros vimos a los Locom. Y esto que puede parecer una chorrada, no lo era porque siendo de un pueblo navarro, o incluso de Pamplona, nunca jam. Normalmente de Francia y si no, de Madrid. Si hasta para ponernos . Otra cosa que nos hac. Una noche a lo largo de aquel mes, mis padres nos llevaban y ellos se iban a comer al restaurante de en frente. Nos vigilaban mientras nos sent. En las aceras del paseo mar. Gogos en tanga que bailaban sobre plataformas imposibles, drag queens llenos de plumas que eran mujeres que eran hombres y nos costaba entenderlo del todo, purpurina y lentejuelas por todos los lados, mimos que bajaban escaleras imaginarias, enormes esculturas hechas de arena, ingleses borrachos, pesta. Ahora las familias llevan unas tiras fluorescentes que se ponen en las zapatillas y se iluminan al andar en vez de los collares y se ve mucho helado de yogur con topping de oreos, pero todav. Los que ya no estamos somos nosotros, eso es lo triste, que tan felices hemos sido en Benidorm.
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December 2016
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